CAPITULO VIII (Nueva experiencia)
El haber experimentado el sexo con el cuerpo de mamá
dejo en mí un profundo gusto por todas aquellas sensaciones, el simple hecho de
sentir la suave piel del cuerpo de mamá en mis dedos, el tocar mis senos o el
apretar mis nalgas me llevaba a otro nivel de placer. La idea del gordo me
emocionaba, es verdad que el cuerpo de mamá es fantástico, es una mujer bella,
pero el cuerpo de Carolina, la pareja de mi papá es más que espectacular, una
mujer con un físico envidiable, además de ser joven viene de una familia
adinerada, el único defecto es su pobre intelecto, aunque siendo sincero, eso
no importa demasiado, sí ocupaba su cuerpo, las cosas serían diferentes.
Durante toda la tarde del día sábado el gordo y yo
estuvimos detallando el plan para apoderarnos de los cuerpos de papá y
Carolina, mi socio se notaba algo ansioso, seguía incomodándome que el tipo
estuviera ocupando mi verdadero cuerpo. El primer paso fue llamar a mi papá,
utilizando el medallón obtuve algunos recuerdos de mamá con el objetivo de
hablar con él lo más natural posible, le telefonee con el pretexto de que tenía
que recoger a Nico, ya que había reprobado el grado, diciéndole que no estaba
dispuesta a cuidar más de él, no fue difícil fingir enfado, ya que al obtener
los recuerdos y pensamientos también se adquieren algunas emociones, pacte con
papá el recoger al niño el día domingo por la mañana, el primer objetivo estaba
completado.
Era de noche cuando terminamos de afinar los detalles
de los acontecimientos del domingo, empleamos un poco más de tiempo para
conocer más acerca de las funciones del medallón, logramos descubrir algo muy
interesante con respecto al efecto de la gema en rojo, cuando terminamos
estábamos cansados, acordamos que dormiríamos por separado esa noche,
necesitaríamos toda nuestra fuerza para el día siguiente. Una vez en la
recámara de mamá, decidí darme una ducha.
Cada vez me sorprendía más con la facilidad que el
cuerpo de mamá se excitaba, me había bañado miles de veces, sin embargo el
hacerlo estando en un cuerpo femenino, fue abismalmente diferente, el golpe de
las gotas sobre la piel, la temperatura del agua, la sensación del jabón al
recorrer mi cuerpo, era una nueva experiencia, no desaproveche el masturbarme
en la regadera, sin lugar a dudas otra deliciosa experiencia.
Esa noche, cerré la puerta del cuarto con llave, programé
la alarma del móvil y me acosté, a pesar de tener sueño, necesitaba pensar en
mi propio plan, no me agradaba el sujeto que ocupaba mi cuerpo, mi ventaja era
el medallón, así que me puse todo mi ingenio para deshacerme de él, la mejor
forma era emplear la nueva función encontrada en el medallón.
La noche fue fría, eran aproximadamente las tres de la
mañana cuando tenía todo bien pensado, el medallón sin duda me ayudaría a
lograr mis objetivos personales; no sé
qué le sucedía a ese cuerpo pero tenía una necesidad casi insaciable de tener
algo entre las piernas, antes de caer rendido por el sueño me masturbe otra
vez, al terminar me quede dormido.
La alarma del móvil me despertó a las nueve de la
mañana, prepararía mi personaje para la gran actuación, fue divertido elegir
que ponerme, tarde demasiado eligiendo la ropa, sería la última vez que estaría
en el cuerpo de mamá, así que deseaba disfrutar del momento, me probé toda la
lencería, además de la mayor parte de los vestidos, al final de cuentas,
termine con un vestido azul cielo con algunos detalles en ultramarino, el
maquillaje no represento problemas, gracias a la ayuda del medallón y
habilidades de mamá fue bastante sencillo; la cita era a las once de la mañana,
cuando salí de la habitación, el gordo estaba listo, bastaba el sólo
intercambiar miradas para saber que todo estaba listo.
Quince minutos antes de la hora pactada, recibí una
llamada de papá en el móvil de mamá, los planes tendrían que cambiar de último
minuto, estaba ocupado en un almuerzo de negocios, así que enviaría a Carolina
sola a la casa para recoger a Nico, era grandioso, sería mucho más fácil
apoderarnos del primer objetivo.
Carolina es una chica que gusta de la puntualidad,
justo a las once estaba tocando a la puerta principal, el gordo fue quien abrió
la puerta para recibirla, mientras yo debía esperar en la estancia, estaba
ansioso, la sola idea de probar el cuerpo de Carolina me estaba enloqueciendo,
recupere la cordura en cuanto tome con mis manos el medallón.
Mientras el tipo le ofrecía algo de tomar a nuestra
visitante, gire la gema central del
medallón desplazándola hasta el color rojo, la noche anterior descubrí la
interesante función de dicho color, en cuanto los vi entrar a la estancia, me
acerque hasta ellos, mamá detestaba a la vieja, para no desentonar trate de
actuar cómo mamá, apenas y la salud, con un gesto de desprecio, la mujer
acostumbrada al mal trato de mamá respondió de la misma forma, era evidente que
no perdería el tiempo con innecesaria charla, de inmediato me pidió las cosas
de Nico, después llevo su atención hacia el gordo y le pedio que se despidiera
de mí, la mujer tenía prisa.
Nuestro plan consistía que en cuanto me despidiera de
Carolina utilizaría el medallón, pero yo tenía una variante para el plan, el
gordo se acercó y monto su acto teatral de despedida hacia su madre, se dio el
lujo de darme un beso en la mejilla y abrazarme, al tener su brazos
envolviéndome utilice el medallón, su cabeza chicoteo hacia atrás,
desvaneciéndose en mis brazos, ese repentino desmayo llamo la atención de
Carolina, quien dejó escapar un leve grito, la chica estaba asustada, se acercó
hasta dónde estábamos, llevándose la mano a la boca cubriéndola, le pedí que se
acercara y me ayudara por un momento, la mujer rápidamente se incoó y sostuvo
la cabeza de mi verdadero cuerpo, mientras yo llamaría a un médico, me levante
despacio, camine hasta ponerme justo detrás de ella, saque el medallón y en un
movimiento lo puse sobre su espalda, activando nuevamente el medallón, el rojo
de la joya brillo, parpadeo por varios segundos, hasta apagarse, mientras el
destello de luz iba desapareciendo, el cuerpo de Carolina cayó al suelo
totalmente inerte.
Estaba parado frente a dos cuerpos totalmente
inmóviles, con dos botones del medallón activaba una función de absorción era
cómo si el medallón absorbiera el alma de los seres vivientes y los almacenara,
tome un verdadero riesgo ya qué sólo lo había aprobado junto con el gordo, no
tenía idea que pudiera almacenar una segunda alma. Estaba maravillado, el
cuerpo de Carolina estaba completamente a mi disposición.
A pesar de que
los cuerpos estaban inconscientes, respiraban, una respiración demasiado
pausada, pero constante, con dificultades llevé el cuerpo de Carolina hasta la
recámara de mamá, tuve que hacer un esfuerzo impresionante para llevarla por
las escaleras, fue menos complicado subir mi verdadero cuerpo.
Deje mi verdadero cuerpo en mi recámara, mientras yo
estaba en la habitación de mamá admirando el cuerpo de Carolina, bajos
pensamientos se apoderaron de mí, la desvestí y al tenerla completamente
desnuda frente a mí, no aguante las ganas de desnudarme también, al quedarme
sin ropa, me subí a la cama y me monte sobre el cuerpo de Carolina, al sentir
su piel rosando mi piel, disparo una corriente electrizante en mis terminales
nerviosas, era extraño hacerlo pero estaba encima de su cuerpo, sitiando su
vagina rosando la mía, mis pechos apretando sus pechos, me levante un poco y
comencé a lamer sus senos, sin darme
cuenta comencé a jadear.
Restregaba mi vagina contra su vagina, rápidamente
sentí cómo escurría liquido por mis muslos, con el cual empape un poco mis
dedos y los lleve hasta el interior de mi vagina, con la otra mano acariciaba
mis senos, intercalando las carias con los pechos del cuerpo de Carolina,
comencé a masturbarme, había vuelto esa actividad mi religión, no lograba
mitigar la ansiedad que me provocaba mi propio cuerpo por tener algo entre mis
piernas.
Llegando al punto más alto de excitación una gran
cantidad de líquido salió expulsado desde el interior de mi vagina, empapando
parte del vientre y vagina del cuerpo que estaba justo debajo de mí, me lleve
los dedos a la boca para probar mis jugos, teniendo mis dedos húmedos los lleve
hasta el interior de la vagina de Carolina,
los introduje suavemente, realizando un espaciado movimiento de adentro a
afuera, me sorprendí al ver que el cuerpo de Carolina reaccionaba a los
estímulos, acelere los movimientos con mi mano izquierda y con la derecha
empecé un masaje sobre sus senos, era sorprendente ver cómo dejaba escapar
gemidos, entreabriendo un poco su boca, aquello me excitaba aun más, era cómo
si pudiera sentir esos dedos dentro de mí, lleve a un ritmo vertiginoso los
movimientos, hasta el grado de hacer que el cuerpo de Carolina comenzara a
retorcerse, no quería detenerme, pronto el interior comenzó a apretarse, cómo
si opusiese resistencia, al grado de empujar mis dedos hacia afuera, ejercí
mayor presión hasta que estallo un enorme fluido, su boca dejo escapar un enorme
grito, el líquido alcanzo a salpicar mis
piernas, lleve mi boca hasta su vagina y comencé a introducir mi lengua,
haciendo movimientos circulares por todo el perímetro, estaba experimentando un
nuevo placer, el líquido era tan delicioso, después de un rato, lleve mi rostro
hasta el de Carolina e introduje mi lengua por su boca, a pesar de no recibir
algún estimulo por parte de ese cuerpo me sentía totalmente satisfecho.
Recorrí por última vez con mis manos todo el cuerpo de
Carolina, para después hacerlo con el mío, era como una despedida hacia el
cuerpo de mama, al terminar, tome el medallón gire la roca hasta el color azul
y apreté los botones, el destello que ya conocía perfectamente volvió a invadir
mi visión, el zumbido apareció, intenso en un principio, al final sentí mis
parpados y comencé a abrirlos, lentamente, la visión era borrosa, pero sabía
que pronto se normalizaría, me incorpore hasta quedar sentado en la cama, al
tener mi visión normalizada, comencé a explorar mi nuevo cuerpo, había logrado
lo propuesto, ahora el cuerpo de Carolina era mío, inmediatamente sentí la
diferencia con el cuerpo de mamá, sus pechos eran más pesados, al llevar mis
manos hasta las caderas las note mucho más pronunciadas, el vientre más plano y
definitivamente era un cuerpo más sensible.
Era el momento de explorar, cómo con el primer cambio,
me dirigí de inmediato al espejo, definitivamente era hermoso ese cuerpo, cada
facción, cada parte, mucho más voluptuosa, estaba seguro de que iba a
divertirme demasiado, antes de echar a andar la segunda parte de mi plan
aprovecharía algo de tiempo para disfrutar de mi nuevo cuerpo, había tiempo
suficiente para comenzar a divertirse.
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