CAPITULO II
… aquella persona que había despertado definitivamente no era mama, lo
supe al escuchar sus primeras palabras al despertar: “¿mama?”
La impresión me enmudeció, di algunos pasos hacia
atrás, mientras miraba levantarse aquel cuerpo, no lograba entender lo que
había sucedido, me encontraba en el cuerpo de mamá, pero era obvio que mamá no
estaba en el mío, corto de tajo mis pensamientos cuando termino de incorporarse
y me volvió a hablar:
“¡Mamá lo siento!, no quería pegarte, me
tropecé, sé que estas molesta por el asunto de la escuela, pero por favor no le
hables a papá a esta hora, perdóname por favor, deja que amanezca, te prometo
que no insistiré en quedarme, mañana mismo me voy si así lo deciden, pero te
suplico, déjalo para mañana”
Sonaba justo como yo lo diría, ¿Quién era aquella
persona? lo que me dijo era justamente como yo mismo lo hubiera dicho, guarde silencio varios minutos más antes de
contestar, mientras pensaba que decir, aquella persona me miraba fijamente con
las manos juntas cómo si estuviese rezando, por alguna razón desconocida estaba
en dos cuerpos a la vez, aunque solo tenía plena conciencia de lo que hacía y
pensaba en el cuerpo de mama, si esa persona que estaba en mi cuerpo se trataba
de mí mismo sabría cosas que solo yo sé, entonces pretendí ser mama y le
pregunte:
“¿Cuántas materias reprobaste Nico?”
De momento fue lo primero que pensé, pero era una
buena pregunta para improvisar
“Siete, pero te juro que dos de ellas fue
por culpa de los maestros, tienen algo en contra mía”
Nuevamente me sorprendí, era algo que hubiera
respondido en esa situación, pronto se me ocurrió algo más difícil
“Bueno, explícame por qué reprobaste si
según tu papá, él estaba pagando una tutora para ayudarte con tus dudas”
Papá realmente no se interesaba por mis estudios, le
invento ese asunto a mamá para que dejara de molestarlo, ya que los días que
iba con él a su casa, sólo me la pasaba en mi patineta en la calle con unos
vecinos, papá y yo llegamos al acuerdo de que no le diríamos la verdad a mamá,
era un gran pacto, el me daba unos billetes con tal de que le siguiera el
cuento, pronto iba a darme cuenta que estaba en una situación aún más extraña
de lo que imaginaba; aquella persona con mi cuerpo se apresuró a contestarme:
“La verdad es que no iba a esas
regularizaciones, papa no quiso pagar la mensualidad y me propuso darme algo de
dinero con tal de que no lo molestara, no le gusta que esté en su casa cuando
esta con Laura”
Estaba aún más sorprendido, cada detalle, cada
palabra, cada gesto, era sin duda lo que yo hubiera hecho y dicho, también era
completamente cierto lo que me respondió, papa odia que esté en su casa cuando
su novia Laura llega a visitarlo. Necesitaba pensar mejor las cosas, tal vez
planear una serie de preguntas más complicadas, debía averiguar qué sucedía,
comprobar que realmente esa persona que tenía mi cuerpo era yo mismo,
seguramente tarde algunos minutos en salir de mi reflexión cuando
repentinamente aquella persona me interrumpió nuevamente:
“Mamá, no me siento bien, estoy algo mareado
por el golpe y la verdad estoy cansado, mejor vamos a dormir y mañana seguimos
con las preguntas ¿Quieres?”
Estaba completamente de acuerdo, esa era la
oportunidad para pensar mejor las cosas, accedí a su propuesta haciendo algunos
ligeros movimientos con la cabeza en forma aprobatoria, di media vuelta y
camine al fondo del pasillo para entrar a la recamara de mama.
Fue extraño estar en aquella recama, me acerque a la
cama y me senté, dejándome caer hacia atrás, veía el techo de la recamara,
pronto paso por mi mente lo ocurrido, ¿Realmente estaba en el cuerpo de mama?
¿Cómo sucedió? ¿Por qué ella no estaba en mi cuerpo? ¿Quién era la persona que
estaba en mi cuerpo? ¿Era yo mismo? no entendía nada, pronto la angustia se
apodero de mi, me levante y comencé a dar vueltas en la recamara, ¿Qué debía
hacer? no paraba de pensar en el problema en el que estaba metido, volví a
sentarme en la cama, ahora en uno de los costados con la mirada clavada en el
piso, ¿Se trataba de un sueño?, levante lentamente la mirada, de repente
apareció el reflejo nuevamente de mi mamá, me miraba en el espejo de su closet,
podía verme de cuerpo entero, la curiosidad me invadió, me levante, me acerque
al espejo, mire más detalladamente el cuerpo de mamá, nunca la había visto como
me veía en ese momento, era una mujer
muy bonita, justo cuando veía los detalles de aquel rostro, algo en mi cambio,
de pronto mis sentidos se agudizaron sentía en mis hombros la caída de su largo
cabello, tal vez el desconcierto de lo
ocurrido hizo que no me percatara de todos esos cambios en mi, el cabello me
bloqueaba un tanto la visibilidad cuando me agachaba, además de ese peso extra
en mi pecho, lleve mis manos rápidamente a los pechos de mamá, los apreté
cuidadosamente, suaves, el tocar de esa forma el cuerpo de mama provoco en mi
una sensación que jamás había experimentado antes, retire rápidamente mis
manos, me sorprendí de sentir aquella extraña sensación, puse mis manos en las
caderas, lentamente las aproxime hacia el centro, justo en medio de las
piernas, pronto sentí un enorme hueco, era demasiado extraño no sentir mi pene,
comencé a tocar aquella vagina, paseaba mi mano derecha por encima del pantalón
que llevaba puesto, pronto ese movimiento se convirtió en una caricia, comencé
a frotar esa parte, repentinamente un calor recorrió lentamente mi pecho que
después bajo lentamente hacia la zona que estaba frotando, algo de líquido
salió rápidamente de ahí abajo, estaba mojándome, había provocado que el cuerpo
de mama se humedeciera.
Un impulso maniático se apodero de mí, metí mi mano
por debajo del pantalón que llevaba puesto, ¡la estaba tocando! había logrado
excitar el cuerpo de mamá, desesperadamente me quite las botas cafés y el
pantalón negro de mezclilla que llevaba puesto, me excite aún más al mirar la
tanga negra; detuve por un momento el desenfreno de desnudarme y comencé a
estirar la tanga y jalarla hacia arriba, la delgada cuerda de la parte
posterior se introducía entre mis nalgas, un suave quejido salió de mi boca, un
intenso calor recorrió el cuerpo, estire
en varias ocasiones la tanga, hasta que de lo excitado que estaba, me la quite
y la arroje, no podía dejar de ver el cuerpo de mamá en el espejo, estaba casi
desnuda, como si se tratara de un poderoso magneto mi mano no dejaba de frotar
esa vagina, de pronto escuche un ruido en el pasillo, me acerque rápidamente a
la puerta de la recamara y puse el seguro, jale con una las piernas el pantalón
de mezclilla que había aventado al suelo cuando me lo quite, lo coloque en la
rendija inferior de la puerta, para evitar que pasara la luz, estaba
emocionado, sin dudarlo me quite la blusa y el sostén, me tire en la cama, abrí
lentamente las piernas mientras las flexionaba, recogiéndolas lentamente,
coloque una mano sobre uno de los pechos y comencé apretarlo, mientras la otra
mano estaba tocando la vagina, seguidamente comencé a frotarla más rápido, de
mi boca ya salían una serie de gemidos,
tenía los labios de la vagina un tanto hinchados y un roza pastel se
veía entre ellos, me frotaba y me frotaba, una especie de corriente eléctrica
recorría todo el cuerpo de mamá, era tal la excitación que sentí la necesidad
de meterme un dedo, solo para ver que se sentía.
Comencé muy lentamente, metiendo suavemente la punta
de mi dedo índice, pero pasados unos segundos de tener metido mi dedo, comencé
a moverlo muy rápidamente, estaba gimiendo, hacia hasta lo imposible por no
gritar, un incesante fluido escurría de la vagina, la cama tenía una mancha
grande por la fluidez de líquidos de mi interior, recuerdo que de un dedo pasa
a dos, tome una de las almohadas y la acerque a la boca, la mordí muy fuerte,
trataba de contener los gritos, me preocupaba que me pudiera escuchar en la
otra habitación la otra persona , pero el placer era demasiado, me apreté
fuerte el glúteo cuando sentí que mi dedo estaba siendo como apretado por mi
vagina. Solté la almohada y di un grito enorme y saque mis dedos, lo cual llevo
a que de mi vagina saliera una considerable cantidad de líquido que se rego, la
colcha de la cama estaba empapada, continúe acariciándome, el placer que se
generaba no tenía limites, una y otra vez lo repetía, no tengo idea de cuánto
tiempo estuve masturbando el cuerpo de mamá, pero cuando termine me sentí tan
cansado, cómo si cualquier indicio de fuerza me hubiera abandonado, me quede
acostado por un rato, mi respiración era rápida, sentía el fuerte latir del
corazón.
Después de un rato me levante, me mire en el espejo y
estaba sudando y tenía la cara un poco roja, una sonrisa apareció en el rostro
del cuerpo de mamá, no podía evitarlo, me sentía tan bien, miraba el sudor que
me recorría y me di cuenta que no estaba totalmente desnudo , como un acto de
reflejo eche hacia atrás el cabello que caía en mi frente, ahí estaba en el
cuerpo de mamá totalmente desnudo, el calor que había sentido minutos atrás
volvió a aparecer, comencé a recorrer aquel cuerpo desde los tobillos, apretaba
las pantorrillas y los muslos mientras iba subiendo las manos, pase por las
nalgas, la vagina, las caderas, el abdomen, apreté las tetas, las masaje un
poco, tenía el pecho lleno de sudor, cuando llegue a la cara me acerque más al
espejo, estaba excitado otra vez, todas aquellas sensaciones eran totalmente
nuevas, cómo hombre jamás había sentido algo semejante, por un breve instante
me sentí tan feliz de estar en el cuerpo de mamá.
Estaba cansado, masturbarme provoco en mi un gran
cansancio, el sueño comenzó a apoderarse de mí, vagos pensamientos me cruzaban
por la mente:
“Y si no puedo volver a mi cuerpo… si me quedara con el cuerpo de mamá, haría esto todos los días… Y si me quedo así, no sé cómo podría actuar como mamá para que no lo noten… Y si me quedo con este cuerpo y escapo de aquí, podría comenzar una nueva vida… Y si…”
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