⚠¡Aviso!⚠"¡NUEVAS ACTUALIZACIONES!"⚠¡Aviso!⚠

Empezó como un juego

Parte II        FINAL

Su mamá entró  de repente.
—¿Qué haces en la habitación de tu hermana? —dijo curiosa.
—Es que quería ver caricaturas —respondió Daniela asustada—, además mi hermana me da permiso.
Su madre observo que era cierto, además sabía que "los niños de hoy en día" le entendía con facilidad a la tecnología así que no le asombro que pudiera usar la computadora.
—Esta bien, solo buscaré algo.
Daniela estaba tan concentrada con su programa que no le dio importancia que queria su mamá. Ella simplemente deseaba un corta uñas y sabia que Daniela tenía. No encontró nada, así que simplemente salió de la habitación para dirigirse a la de Luis para ordenarla, luego se arreglaría las uñas. Estando ahí encontró el intercambiador de cuerpos, el escondite de Daniela no era tan ingenioso como creía; al verlo pensó que era un juguete feo ya que tenía marcas de dientes de perro además de que no parecía funcionar, dado que no lo reconocía creyo que era un regalo de su hermana así que decidió ir en busqueda de baterías, para ello decidió llevarlo a la tienda para ver de cuales le quedarían. Al salir sobresalia una punta de su bolso y el inventor se percato, así que con temor de fuese a hecharlo a la basura o algo por el estilo corrió tras a ella tomando de una punta con su osico, la señora rapidamente tomó la otra punta para quitarselo al perro y de inmediato vio la imagen de sus hijas en la pantalla y luego la de ella y un hombre desconocido, segundos después habían intercambiado cuerpos, el inventor sintió como sus pensamientos eran más coherentes, su cerebro era nuevamente el de un humano, ¡habia vuelto a ser humano! Miro al perro que lucía confundido y se vio a si mismo, de inmediato supo que tenía el cuerpo de la mamá de los niños y ella estaba en el del perro; aquello no era lo que él deseaba, quería volver a ser humano, pero no arruinarle la vida a alguien más, pero la mujer podía ser peligrosa conociendo la verdad así que no podía regresarle su cuerpo, además ahora le sería más fácil sacar a su perro del manicomio y recuperar su cuerpo, de esa manera decidió quedarse en el aquel cuerpo aunque ahora fuera una mujer.
Luis volvió  a su casa, había luchado por actuar en la escuela como su hermana le habia dicho, según él no había levantado ninguna sospecha. Un nuevo pensamiento rondaba en su cabeza, pero decidió no contarle a su hermana de momento hasta idear como decirle para convenserla. El perro llego donde él intentando comunicarse.
—Sabes que no te entiendo —dijo la "preadolescente"—, vamos a la compu de mi hermana como ayer.
Su madre no entendió a que se refería, lo único que quería era comprender que estaba pasando así que decidió seguirlo.
—Hola Luis —dijo Daniela al verlo—, ¿qué tal tu primer día en la escuela?
—Fue algo aburrido —respondió él—, pero por tener tu cuerpo lo soporto, es genial que ya no me traten como un niño.
—Pues no lo eres —dijo Daniela riendose—, aunque a mi si me ha gustado serlo, a sido un día genial.
Su madre oía, pero no lo creía, que sus hijos hubieran cambiado cuerpos era terrorifico, además ella se había transformado en un perro así que no le parecía algo imposible.
—El inventor quiere decirnos algo —dijo Luis—, dejemosle usar tu computadora como ayer.
El "perro" pensó en que escribir, más hacerlo se percato que le era díficil generar ideas así que escribió lo más sencillo que pudo redactar.
—Este no es mi cuerpo, cambie con el perro —puso en la computadora.
—Ya lo sabemos —dijo Daniela—, y te ayudaremos, solo danos tiempo.
Después de eso apagaron la compu pensando que el inventor nada más quería quejarse, no lo culpaban, pero no podían hacer nada por ayudarlo, pero no sabían que en realidad era su mamá. El inventor decidió no decirles la verdad ya que lo forzarían regresar aquel cuerpo, y aunque dos niños no podrían forzarlo al tener él un cuerpo adulto, la culpa se lo iba a comer vivo y prefería evitarlo. El cuerpo de una mujer era raro, por un lado era más sencillo caminar sin su cosa entre las piernas, pero con lo grande del trasero y los pechos era incomodo moverse, aún era una mujer joven, pero el dar a luz a dos hijos se reflejaba en su ficionomía.
Durante la tarde Daniela le ayudo a su hermano con las tareas, aunque él quería demostrar que era grande e intentaba hacerlo él solo, luego jugaron como solían hacerlo normalmente, el estar en el cuerpo del otro no representaba ninguna diferencia en ese sentido, aunque Daniela sentía que los juguetes eran mas grandes que antes y Luis que eran más pequeños.
Por la noche su padre llego del trabajo, el inventor al vivir solo por años habia aprendido a cocinar así que para no levantar sospechas preparo la cena para los niños y su papá. A la hora de acostarse sabia que debía dormir junto a aquel hombre.
—Bien querida —dijo "su esposo"—, debes estar en tiempo infertil.
—¿Porque lo dices? —dijo el inventor.
El hombre puso sus manos en su cintura y beso su cuello, lo hizo sin dar una señal de advertencia previa tomando al inventor por sor.presa.
—Para hacerlo sin protección —respondió el hombre seductoramente.
—Hoy no estoy de humor —dijo el inventor.
—Que buena broma —dijo el hombre—, siempre me has dicho que agredeces por no padecer de dolores de cabeza y poder hacerlo cuando quieras así que ven aquí.
De inmediato beso de nuevo su cuello, quitandole la blusa y quitandose su propia ropa. El cuerpo original del inventor tenía poco libido y nunca se había acostado con alguien, pero esta vez no podía evitarlo, lo deseaba, aunque él era la mujer. De esa forma el experimento como era tener una vagina y que esta fuera penetrada por un pene, sentía como su nuevo orificio era invadido por un calor que no provenía de su cuerpo, se sentía tan bien, sobre todo la estimulación de su clítoris, un placer indescriptible que llego al climax al sentir un liquido tibio lanzado dentro de su cuerpo, algo que jamás pensó llegar a vivir, aquello invadiendo tan dentro de él, mientras el resto de su cuerpo era acariciado delicadamente por las manos de aquel hombre.
Al siguiente día el inventor se levanto pensando que las sensaciones del día anterior era algo que deseaba vivir por siempre, pero sabía que no podía dejar a la madre de los niños que le habían ayudado en el cuerpo del perro, así que decidió recuperar su cuerpo. Daniela y Luis continuaban disfrutando sus nuevos cuerpos y el inventor lo observo llegando a la conclusión que no se sentía comodo en su nuevo cuerpo por ser el de una mujer, sino que de hecho las personas disfrutaban vivir sensaciones distintas a las del cuerpo en que habían nacido, al pensarlo pensó que al volver a su cuerpo podía luego buscar a una chica para cambiar con ella y que de hecho ambos lo disfrutarían, ¡incluso podía darselo a la madre de los niños!
Los hermanos no acordaron nunca un límite de tiempo para volver a sus cuerpos, pero según iban las cosas no querrían hacerlo dentro de poco. Luis fue nuevamente a la escuela pensando en pedirle a algún chico que le ayudara para tener un niño, estando en el salón no sabía quien sería la mejor opción, hasta que vio a uno que le hizo sentirse extraño, sin comprenderlo la idea de tener relaciones sexuales con él le había exitado, el cuerpo de su hermana al permanecer en constante pensamiento sobre aquello había empezado a desearlo, ¡sin siquiera haber tenido su menarquía! Luis no pensaba en cosas complicadas como esas, simplemente le gustaba aquel chico el cual se llamaba Lauren. El chico se percato de que le gustaba, desconociendo por supuesto que en realidad era Luis, así que intento su jugada para cercarse a "la chica", como todo adolescente sus hormonas invadían su cerebro y estaba dispuesto a llegar lo más lejos que se pudiera.
El inventor puso en marcha su plan, tomó el intercambiador y se dirigio al manicomio dejando sola a Daniela, sabía que aunque parecía un niño de tres años en realidad se trataba de una chica mayor y confio en que nada malo sucedería. Estando en aquel lugar fue atendido en la puerta por un joven muchacho de gran musculatura, al verlo el inventor pensó que debía ser así para poder dominar a algún paciente del lugar que actuara agresivamente.
—Buenos días señora —dijo el joven—, ¿qué deseaba?
—Buenos días —respondió el inventor—, deseaba ver a mi hermano, fui a visitarlo a su casa, pero al llegar no lo encontre y los vecinos me dijeron que lo habían traído a este lugar.
El inventor luego describió los sucesos que observo desde el cuerpo del perro para que el muchacho supiera de que hombre se trataba, afurmando que los vecinos le habían dicho todo aquello.
—¡Se de quien habla! Lamento decirle que el estado en que se encuentra es crítico, los psiquiatras lo han estudiado, pero no logran comprender que le sucede.
—¿Podría pasar a verlo?
—Necesitaré un documento de identificación para registrar su visita.
—Por supuesto, pero antes me gustaría usar el baño.
El muchacho le dirigio al baño de damas, ya que era para los empleados no había nadie cerca.
—¿Podría tenerme esto un momento? —dijo el inventor sosteniendo el intercambiador de una punta.
—Claro.
Al momento de hacerlo, el intercambio ocurrió.
—Lo siento —dijo el inventor.
Noqueo al muchacho en el cuerpo de la mamá de los niños, quien al no comprender que había sucedido no tuvo tiempo de reaccionar, luego le metio en el baño dejando puesto un rotulo de "ocupado" y atorando la puerta. Corrió de inmediato a buscar su cuerpo encontrandolo dentro de una habitación con una camisa de fuerza y ladrando.
—Han aprobado que se le entregue a sus familiares —dijo a otro etrabajador del lugar—, parecen ser acaudalados y tener los recursos para tenerlo bajo control en su casa.
Le mostro una orden que había digitado con anterioridad, al ser un genio sabía bien como falsificar papeles.
—Esta bien —dijo el otro joven—, ¿te ayudo?
—Solo con anestesiarlo, el resto lo hago yo.
El inventor vio con tristeza el estado del perro quien solo actuaba naturalmente, al parecer el intercambio entre especies no era para nada placentero, el mismo se había sentido horrible siendo un perro. Una vez anestesiado lo llevo al auto de la mujer, lo metió de tal forma que no se notara, luego volvió al baño de damas escuchando algo raro del otro lado. Al abrir encontro una escena inesperada.
—Si he enloquecido de tanto trabajar aquí —decía el muchacho masturbandose—, no me importa.
El inventor se vio afectado al ver aquello, sintió una incomodidad muy grande entre sus piernas, al parecer lo que aquel muchacho tenía era más grande que el promedio. Intentando ignorar aquello cerro la puerta del baño, tomo el intercambiador y realizo el cambio, al entrar en el cuerpo de la mujer sintió lo sensible que estaba ahí abajo, pero se puso de pie de intentando ignorar aquello cubriendo con su falda la desnudez, el muchacho nuevamente no comprendio la situación.
—¡Señor!, ¿porque actua como loco? Estaba diciendo que era una mujer y se metio al baño conmigo.
El inventor dijo lo primero que se le ocurrió, aquel suceso no estaba en sus planes, pero al parecer había funcionado.
—Lo siento señora, no se que me sucede.
—Sabe que, no importa, me largo de aqui.
El inventor salio, sintiendo el roce ahí abajo, pero intentando ignorarlo, subió al auto y se dirigio a la casa de los niños.
Al llegar entro su cuerpo aún anestesiado, pesaba más de lo que habia sentido al estar en el cuerpo del muchacho por razones obvias, pero logro llevarlo hasta la habitación de la nueva Daniela, el perro le recibió desesperado al ver su propio cuerpo y le siguio. Estando ahí el inventor empezó a pensar que haría ahora, originalmente quería volver a su cuerpo, pero al sentir la sensibilidad de ese cuerpo femenino recien masturbado recordó la noche que vivió el día anterior y no quería renunciar a ese placer, sin embargo la mirada triste del perro le hizo pensar diferente.
Daniela jugaba en su cuarto, se divertía tanto que incluso olvido la hora del almuerzo, pero la debilidad por comer le hizó buscar alimento. Su mamá no estaba en ninguna parte, para ella era normal quedarse sola, así que sin tomar en cuenta su estado actual lo considero normal. Se dirigió a la cocina para prepararse algo, todo era tan alto y díficil de alcanzar que se sintió frustrada, entonces tomó el telefono y para pedir algo a domicilio.
—Buenas tardes —dijo con su voz infantil—, quiero una pizza personal de pepperoni.
—Hola niño —respondió el vendedor—, ¿puedes pasarme a tu mami para comprobar la orden?
Daniela colgo al no saber que hacer, al ser un niño pequeño tendía a sentir miedo a cosas que antes no. Al final logro alcanzar una caja de cerial con ayuda de una silla y saco leche de la refri, comió y nuevamente se dirigio a su habitación a jugar.
Eran ya las tres de la tarde, Luis no había vuelto de la escuela de la cual normalmente sabía al mediodía, Daniela no se había dado cuenta ni el inventor tampoco, después no era su hijo. El efecto de la anestesia empezó a pasar; el inventor le había quitado la camisa fuerza al perro, lo había recostado en la cama que ahora era de Luis y se encontraba a su lado acariciandole la cabeza.
—¡Pluto! —dijo el inventor—, mi lindo Pluto, ¿quien es el buen chico?
El perro sabía que solo alguien lo llamaba así, aunque su rostro no era igual su nuevo cerebro humano tuvo la capacidad de reconocer de quien se trataba.
—¡Guau! —dijo el perro feliz.
El inventor tomó tenia el intercambiador en su mano.
—Toma muchacho.
Con su otra mano hizo al perro tomar la otra punta y el cambio sucedió. El inventor estaba de nuevo en su cuerpo y el perro en el de la señora, ahora solo faltaba un cambio más. El inventor no estaba muy seguro de como reaccionaría la mujer, así que puso sobre la pierna una inyección de anestesia (sin inyectarla, nada más tenerla lista para hacerlo) que había en el manicomio por si la señora tenía una reacción violenta y realizó el cambio.
—¡Oh por Dios! —dijo la mujer en su cuerpo—, soy yo de nuevo.
—Lamento lo sucedido —dijo el inventor—, esto a sido mi culpa, haría lo que fuera por recompensarlo.
—Primero aleja esa aguja de mí, no te haré nada malo.
El inventor le hizo caso.
—No le cuentes a nadie de mi invento, con el uso que se le ha dado se que no es algo que deba caer en cualquier mano.
—No lo haré, pero hazme un favor.
—El que sea, si así compenso mi grave error al dejarla en el cueroo de un perro y me promete guardar el secreto.
—¡Quiero que me ayude a cambiar de cuerpos con alguien!
El inventor se quedo atonito ante aquella afirmación, creía que aquella mujer estaría feliz de volver a su cuerpo, pero parecía todo lo contrario.
—Claro que puedo, aunque, ¿porque quiere eso?
—Verá, ser un perro fue horrible en muchos sentidos, no poder comunicarme con los demás y el trato que te dan, ¡mi propio esposo me saco por la noche a la calle! Sin embargo, mientras lo fui me libere de mis responsabilidades, sin tener que cocinar para los niño y mi esposo, tener que ordenar, preparar los uniformes de los niños por la mañana y tantas cosas más.
—Comprendo a lo que se refiere, pero no aunque usted quiera huír de hacer eso no cre que quiera dejarle a cualquiera el cuidado de sus hijos.
La señora sabía que era verdad, pero la solución no tardo en llegar a su cabeza.
—¿Qué tal si cambio con usted?
—¡Conmigo!
—Es que lo ví anoche preparar la cena, como esta mañana hizo igual el desayuno y ayudo a mis hijos, creo que es responsable, además ya los conoce.
—¿Esta hablando en serio?
—Bueno, dejo por la mañana sola a Daniela, pero fue por algo nás importante, además yo la vigile.
—¡También sabe del intercambio de sus hijos!
—Lo descubrí cuando era perro.
Ambos callaron unos segundos.
—¡Luisito! —gritaron a la vez.
Unos segundos después alguien toco la puerta, la señora fue a abrir de inmediato diciendile al inventor que se mantuviera escodido, afortunadamente se trataba de Luis.
—¿De donde vienes jovencita? —dijo su mamá molesta.
Había decidido fingir no saber del intercambio hasta considerarlo conveniente.
—Fui a casa de una amiga a hacer una tarea —respondió "la adolescente—, era urgente, quería pedirte permiso, pero no contestabas mis llamadas.
La mujer reviso su telefono y efectivamente había muchas llamdas perdidas. Con otras cosas que consideraba más urgentes por resolver dejo pasar la situación.
—Esta bien te creo, pero que no vuelva a pasar.
—Lo prometo mamá.
Luis se dirigió a su antigua habitación donde sabía que estaba su "hermano", esta vez dispuesto a pedirle más tiempo para mantener el intercambio.
La señora fue a buscar al inventor quien estaba en su habitación.
—Lo ve —dijo aquel hombre deseccionado—, no soy tan responsable.
—No importa —respondió la señora—, igual confío en usted, se que este día a sido caotico, incluso yo me olvide de Luis por un momento.
—El otro problema es que mi cuerpo esta legalmente loco, de hecho, debería encontrarse en el manicomio
—Ese si es un problema, aunque igual lo será para usted a pertir de ahora.
Ella tenía razón, debía buscar la forma de solucionar aquello, así que puso a trabajar su mente, sentía como las ideas fluían a gran velocidad, en verdad su cerebro era muy habil.
—¡Se como solucionarlo! Crearé una falsa identificación fingiendo ser mi hermano gemelo, entrar a la base de registros de los ciudadanos es pan comido para mí, le mostraré a los vecinos un falso documento de identificación, de esa forna la gente incluso me tratará diferente, ya no seré conocido como un inventor demente, crear el intercambiador me ha dejado satisfecho, no necesito inventar nada más, me dedicaré a otra cosa, aunque no se muy bien a que aún.
—¿Qué tal ama de casa? —dijo la mujer sonriente.
Todo era perfecto, ya nada lo evitaba y ambos deseaban el intercambio.
—Acepto, pero antes tramitaré todo lo que le dije.
—No, hagamos al cambio ahora, luego me ayuda con todo lo que me ha dicho, es decir, no veo el problema.
Ambos aceptaron, así que tomaron el intercambiador y este hizo su trabajo.
—Para que quede claro —dijo "el inventor" (la exmujer)—, mantendrenos el intercambio hasta que yo decida lo contrariom depués de todo es usted quien me hace el favor.
—Como quiera.
—Mañana hablamos sobre los papeles, me iré a "mi" casa antes de que llegue "su" esposo para evitar malos entendidos.
—Esta bien, y gracias por disculparme por lo sucedido y guardar el secreto.
El inventor no lo podía creer, la exdueña de ese cuerpo se lo había entregado voluntariamente, además con el analisis que había hecho sobre la comodidad que las personas sentían al tener un cuerpo diferente al que habían nacido sabía que ella nunca querría intercambiar de vuelta.
La mujer, o bueno, el hombre, salió de la casa llevandose al perro consugo, cuando recordó que los niños también habían intercambiado cuerpos, pero decidió dejar a su nueva madre encargarse de ese asunto.
El inventor se dirigió a ver a los hermanos para decirles que el inventor ya había arreglado su problema y que no se preoparan por él, además que les había dejado el "juguete" (intercambiador) a ella para cuando quisieran usarlo, más antes de entrar a su habitación los escucho resolver sus propios problemas.
—Bien Luis —dijo Daniela—, quiero ver si entiendo, ¿quieres tener mi cuerpo por nueve meses más?
—Así es, es que me divierto mucho en la escuela y creo que ese es suficiente tiempo para disfrutarlo.
—Aunque dentro de seis meses iras al kinder, ¿quieres perderte tus primeros días en él?
—No lo recordaba, pero si el kinder es más facil que tu escuela no creo tener problemas para integrarme después, además, tu me puedes contar a diario que harán como yo te cuento a tí, como ves he aprendido a hablar como nina grande, nadie se dará cuenta del cambio.
—En eso tienes razón y verdaderamente no me cuesta fingir ser tu y de hecho me gusta.
—¡Lo ves! Entonces acepta mi trato.
Daniela lo pensó por un segundo.
—Esta bien, ¡que sean nueve meses más!
La teoría del inventor era un hecho y decidió no regañar a los niños por su decisión, de hecho, él comprendía a la perfección su situación, desconociendo lo que Luis quería.
—¡Si! Gracias Dany, ahora iré a "mi" habitación a hacer una tarea.
—Te ayudaré.
—No gracias, quiero hacerlo sin ayuda.
Daniela sabía que era lo mejor, después de todo él sería la chica estudiante durante largo tiempo.
—Espera Daniela—dijo el inventor—, quiero decirles algo.
Ambos se asustaron al creer que su mamá los habia oído.
—¿Qué pasa mamá? —dijo Luis.
—Un señor vino a agradecerles por ayudarle, se llevo el perro afirmando que era suyo, dijo que no se preocuparan por él, además me dejo este juguete —dijo mostrando el intercambiador—, para que lo usen cuando quieran, además que vendría a visitarnos algún día y les contaría como resolvión todo.
Los niños se alegraron al oír aquello, Luis era inocente así que no pudo cuestionar nada y el nuevo cerebro de Daniela tampoco pudo sospechar algo. De esa manera las cosas quedaron resueltas.
Una vez Luis en su cuarto se recosto en su cama recordando al chico con el que habia "jugado" esa tarde en el hotel, como al principio le dolió ahí abajo, pero luego fue solo placer y lo rico que sentio que le tocara sus pechitos, lo descrito en la clase no se asemejaba a la experiencia verdadera; él sabía que su hermaba desconocía como los niños nacían ya que sus amigas tampoco lo sabían, solo le habían comentado sobre la menstruación, pero en clase les habían dicho que una chica embarazada no le llega eso, así que si lograba tener un niño en su vientre el periodo no sería problema, era un plan perfecto.
El tiempo paso y efectivamente, a Luis nunca le llego su periodo ya que el primer ovulo que su cuerpo preparo en su utero fue fecundado y el quedo embarazada. El inventor también disfrutaba de su nuevo cuerpo y de "su esposo", quien de hecho deseaba un tercer hijo desde hace mucho y había engañado a su esposa sobre su tiempo de infertilidad cuando en realidad estaba más fértil que nunca, él se asombro de que "ella" hubiera perdido la cuenta de los días cuando se trataba de su propio cuerpo, pero mientras pudiera darle otro hijo no le importaba, y así fue, el inventor quedo embarazada.
Luis fue regañado por su papá, al principio no entendía lo grave de un embarazo a su edad, pero luego que su padre le explico todas las responsabilidades que se adquirían con un hijo se dio cuenta que no había sido tan buena idea, además que al comentarselo a su novio este le dijo que tenía un asunto pendiente en Canada y que posiblemente no volvería a verlo nunca. Daniela al saber del embarazo tampoco entendio porque regañaban a Luis, quien por cierto al preguntarle como había hecho para embarazarce no quizo decirle; por supuesto, al ver los malestares, los regaños, lo incomoda de la panza y el hecho de que hasta lo sacaron de la escuela no deseaba por nada del mundo volver a ese cuerpo; curiosamente, Luis disfrutaba la situación, aunque su novio no estaba recordaba lo genial que había sido, el sentimiento de enamorarse de alguien y llegar a la intimidad, además sentía un gran afecto hacia el bebé en su interior como nunca había tenido, aún antes de nacer lo amaba y estaba feliz de ser una chica ya que como niño jamás habría vivido esa experiencia, además su mamá no lo regañaba, fingía hacerlo frente a su papá, pero a sus espaldas le apoyaba, ambas tendrían un bebé casí al mismo tiempo y Luis desconocía que de hecho para "su mamá" también era la primera vez en experimentarlo, aunque si tenia claro que lo disfrutaba como él.
El nuevo inventor obtuvo su nueva identidad, dado que los padres de su cuerpo original habían fallecido fingio ser hermano de la nueva mamá de los niños, de esa forma su esposo no sospecharía nada y podía ver a los dos hermanos siempre que quisiera, teniendo así la oportunidad de inventar una historia sobre como había recuperado su cuerpo, disfrutaba su nueva vida, y no padecía más del periodo, además al observar a su cuerpo anterior embarazado agradecio no ser quien sufriera horriblemente al dar a luz, con dos hijo había sido suficiente y como hombre no volvería a suceder, orinar era más sencillo, ¡incluso tener un orgasmo!, como mujer era sumamente dificil, pero como hombre era sencillisimo, además había conquistado a cierta chica por ahí y pronto podría experimentar el sexo desde su nueva perspectiva. Todos eran felices, sumamente felices.
La nueva mujer siguió trabajando un poco más en el intercambiador, después de todo era perfeccionista y sentía que le faltaba algo, de esa manera logro hacer que se usara a distancia, su cerebro tenía menos capacidad, pero sus conocimientos eran caudalosos. Un día su bebé empezó a patear en su vientre, fue algo que en verdad no le gusto; Luis supo de ello y le pareció chistoso, pensando que no estaría mal que su bebe hiciera eso, entonces el inventor utilizó el nuevo intercambiador en los bebés, de esa forma el que estaba en su vientre sería el calmado y el de Luis el pateador, tal como lo esperaba funciono.
Ambos dieron a luz a sus hijos, el inventor tuvo un hermoso hijo varon grande y regordete, Luis dio a luz a una niña pequeñita que necesito cuidados intensivos, pero por suerte se estabilizó y pudo irse a casa con su madre. El inventor recordo que los bebés no estaban en sus respectivos cuerpos, pero tuvo curiosidad ver si, aunque sus mentes no tuvieran una experiencia en sus verdaderos cuerpos, igual les afectaría el intercambio como su teoría indicaba.
Muchos años pasaron y el intercambiador permaneció guardado, el papá de los niños creía que era un juguete así que no le prestaba importancia y aquellos que habian hecho uso de él no quisieron volver nunca a sus cuerpos originales, todos aceptaron sus nuevos nombres y dejaron atrás quienes habían sido algún día, ahora era Daniela quien había tenido una bebé a los doce años, era la mamá de los niños quien les había otorgado otro hermanito, era el inventor quien había conseguido una hermosa esposa y logrado reconocimiento por sus creaciones (excepto el intercambiador que permanecio como un secreto) y era Luis el niño inocente que no supo sobre la menstruación aún a día de hoy, ya que al ser un chico no es algo por lo que deba preocuparse.
Por su lado los bebes que fueron intercambiados en el vientre crecieron siendo inusualmente felices, el niño disfrutaba usar vestidos rosa y maquillarse, la niña levantaba pesas y le encantaba su musculatura, para ella ser hombre era lo máximo; su tía y madre no les diría la verdad nunca, aunque posiblemente no les importarían como a ella. Aquello le hizo preguntarse a la mamá de los niños si acaso eso no era lo mejor, tal vez los hombres nacieron para ser mujeres y viceversa, el había creado la oportunidad de otorgarles aquella felicidad y era egoísta al no compartirla, tal vez al mostrar su teoría al mundo muchas personas plantearían dilemas éticos, religiosos y morales en su contra, tal vez sería díficil que la humanidad comprendiera la magnitud de su afirmación, así que decidió dejar su invento donde alguien pudiera encontrarlo con sus instrucciones de uso y un texto para aquellas futuras generaciones:
"He descubierto la verdadera felicidad, el secreto de la vida, aquello que todos buscan y nadie encuentra. Ser mujer a sido lo mejor de mi vida, aquello de lo que se quejan mis amigas jamás lo comprendí ya que para mí todo era maravilloso, saber que mi cuerpo podía traer una nueva vida al mundo hacía que aquella visita al mes de todas las mujeres no fuera algo incomodo, sino hermoso. Quien me ayudó a alcanzar esa felicidad opina lo mismo, aunque para él ser hombre a sido lo mejor de su vida, dice que le encanta por tantas razones que yo no comprendo, yo antes era hombre y nunca note aquello de lo que me hablaba. De esa forma concluí que si cambias con alguien de otro sexo disfrutaras tu nuevo cuerpo como nada en el mundo, otros niños lo hicieron antes que mi e incluso dos bebés antes de nacer lo experimentaron, mi afirmación es algo que realmente creo, sin embargo no sé como llevarlo al mundo. Tu que lees esto compruebalo por ti mismo y si en ese futuro en que vives las personas estan más abiertas a buscar la felicidad te pido que lo compartas con el mundo, los hombres son mas felices siendo mujeres y las mujeres siendo hombres. Espero que hagas a un lado tus inquietudes y atiendas a mi propuesta, que uses mi invento para ser feliz tanto como yo lo he sido y comprobar que el secreto de la vida es que nacemos para llevar la vida de alguien más".
Fin.

8 comentarios:

  1. Me encanto ases buenas historias sigue así

    ResponderBorrar
  2. Una historia muy bien elaborada, me gustaría ver como lo continuas pero se que de esa manera ya seria forzar la historia.

    Me encanto todo en general, en especial los puntos de vista de Luis en el cuerpo de su hermana.

    Gustaría que a bordaras en spin-off's como fueron sus puntos de vista. En especial el de Luis como su hermana.

    Sin más, gracias por tu increíble historia y hasta la siguiente historia.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. De hecho tengo cierto proyecto en mente con mis historias, pero será más adelante

      Borrar
    2. Por si aún sigues por ahí, sepas que mi proyecto continuó y esta historias forma parte de un universo de varias historias que puedes encontrar en mi wattpad

      Borrar
  3. Fantastica historia, anque fue el ultimo capitulo; me gusto mucho.

    ResponderBorrar

¿Te ha pasado que quieres decir algo pero las palabras no son suficientes? Ahora puedes colocar imágenes o vídeos en comentarios, con los siguientes códigos:

[img]URL de la imagen[/img]

[video]URL del video[/video]