Capitulo 4 "Conociendo nuevas rutinas"
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ALEJANDRA: Buenos días Licenciada Reina.
REINA: ¿Qué quieres Alejandra? Ando ocupada.
ALEJANDRA: Disculpe licenciada, solo para avisar; que su esposo está en el teléfono.
REINA: Hazme el favor de decirle que ando ocupada; que luego yo le llamo.
ALEJANDRA: Esta bien, licenciada.
KARLA: Hola guapa, no se te olvide; hoy al GYM.
REINA: Hola preciosa, obvio que iré.
KARLA: Me entere que tuviste un incendio a lado de tu casa.
REINA: Si fue terrible, falleció quien fue mi empleado.
KARLA: Verdad que fue el que sorprendió Arturo viendo tu trasero.
REINA: Si ese mero.
KARLA: Por algo, los castiga dios; era un enfermo está bien que le haya pasado eso.
REINA: Verdad, oyes te dejo; tengo que salir.
Me dio un coraje al leer que me dijera enfermo, algún día me las cobraría. Decidí ir de compras, quería estrenar y reemplazar toda mi guardarropa. Quería lucir mi cuerpo, me gusta mostrar y vestir con vestidos corto o mini faldas. Salí con dirección a la plaza, era mi primera vez que entraba una boutique para damas, me la pase probando y comprando lencería, quería lucir como una modelo. Donde caminara los hombre no dejaban de mirarme, tenía un enorme trasero que se marcaba al caminar en mis zapatillas ; era natural que ellos voltearan a verme. Me gustaba que lo hicieran, me hacían sentir especial. Terminando las compras fui a casa, para cambiarme. Busque entre mis cajones ropa, me coloque un leggin que me quedaban muy bien con mi sostén deportivo, el medallón decidí dejarlo sabía que nadie entraría a mi recamara. Estaba lista fui al club, donde me encontré a Karla, entramos juntos a la zona del gimnasio, empezamos a calentar trotando, correr era alucinante sentir el rebote de mis bubis como mis nalgas. Contaba con muy buena condición física, sin problema logre correr 6 km, hacer lagartijas o alzar pesas sentía mis músculos por todo mi cuerpo. Me la estaba pasando bien, pero recordé que nuestras familias eran muy unidas, su esposo era muy amigo del mío.
REINA: Karla y ¿tu esposo?.
KARLA: Se la pasa en su oficina.
REINA: Te entiendo amiga.
KARLA: Casi no tiene tiempo para mi.
REINA: Comparto tu pena, ya somos dos. (Creo que tu esposo no esta nada mal preciosa; como buena amiga, hablaría personalmente con tu esposo ¡ja ja!)
KARLA: Enserio.
REINA: Pero olvidemos el tema, continuemos con la rutina.
Al fin había llegado, me encontraba enfrente de las puertas de mi nuevo negocio. Me había convertido en la nueva dueña, cuando entre sentí como todo el mundo me quedaba viendo. Al fin sentía, ser acosada por los hombres. Era la primera vez que Reina entraba a la empresa de tal forma vestida, sabía que tendría problema con mi mirado si me viera así. Era muy celoso, tenía miedo que lo engañara con otro; pero estaba perdidamente enamorada de él, lástima que la antigua Reina no se encontraba. Yo que soy la nueva acaba de cambiar de gustos. Por fin me vengaría por los malos tratos, insultos que ofreció como su empleando; usaría como instrumento de venganza el cuerpo de su esposa. Era extraño caminar en los pasillos, tener en mis manos el control, entre a lo que ahora sería mi oficina; me la pase revisando sus cajones, cuando tocaron la puerta y entro quien ahora sería mi secretaria.
REINA: ¿Qué quieres Alejandra? Ando ocupada.
ALEJANDRA: Disculpe licenciada, solo para avisar; que su esposo está en el teléfono.
REINA: Hazme el favor de decirle que ando ocupada; que luego yo le llamo.
ALEJANDRA: Esta bien, licenciada.
Al fin empezaba mi venganza ignorándolo, tenía varias llamadas y mensajes, pero las ignoraba. Me puse a revisar su celular, tenía mensajes de sus amigas; aunque no estaban nada mal. Me gustaba tanto mi cuerpo que no dejaba de tomarme fotos, para subirlos en Instagram. Revise en internet, en busca alguna tienda donde vendieran juguetes sexuales; quería experimentar en mi zona intima. Me acorde que hoy me tocaba ir al GYM. No me cayera nada mal, iría con las que ahora serian mis amigas. Revise entre mis mensajes en busca de Karla, con ella siempre acostumbraba ir. Tenía mensajes de ellas.
REINA: Hola preciosa, obvio que iré.
KARLA: Me entere que tuviste un incendio a lado de tu casa.
REINA: Si fue terrible, falleció quien fue mi empleado.
KARLA: Verdad que fue el que sorprendió Arturo viendo tu trasero.
REINA: Si ese mero.
KARLA: Por algo, los castiga dios; era un enfermo está bien que le haya pasado eso.
REINA: Verdad, oyes te dejo; tengo que salir.
OPRIME LA FOTO |
KARLA: Se la pasa en su oficina.
REINA: Te entiendo amiga.
KARLA: Casi no tiene tiempo para mi.
REINA: Comparto tu pena, ya somos dos. (Creo que tu esposo no esta nada mal preciosa; como buena amiga, hablaría personalmente con tu esposo ¡ja ja!)
KARLA: Enserio.
REINA: Pero olvidemos el tema, continuemos con la rutina.
Terminamos con el entrenamiento, fuimos almorzar juntas, estuvimos platicando toda la tarde sobre chismes. Hasta que decidimos que era hora de despedirnos y cada quien se fue a su hogar. Aun era temprano pase a comprar la pizza, por que había recibido un mensaje del mocoso que estaba en la casa con algunos de sus compañeros y si le hacia el favor comprar algo para cenar.
CONTINUARA......
Genial historia continei por favor me gustó mucho
ResponderBorrarQue te parecio el hipervinculo de la imagen
BorrarNo la había visto se ve muy bien esa idea jaja muy orinal me gustó para cuando él síguente capitilo
BorrarWattpad la historia esta algo adelantada por 2 capitulos, hay me puedes seguir coloca el nombre de la historia, lo encontraras.
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