CAPÍTULO 1 BAJO UNA TORMENTA
En una metrópolis, existen
leyendas que surgen en sus callejones. Una ciudad con tantos habitantes puede
ser un caos. Un lugar tan activo, existen personas que buscan cumplir sueños y
otros con el deseo de conquistar. Como toda historia existen persona malas o
buenas, solo lo define el deseo, la codicia y el placer. En las calles de un vecindario,
un joven adulto, se encontraba a unos pasos de su casa. La noche había caído,
una tormenta muy fuerte lo había sorprendido en el camino; la luna llena surgía
del horizonte; pero con las nubes tan densas en el cielo no la permitía
iluminar el cielo con su brillo esplendoroso. Su aspecto físico era perfecto; con una
altura 1.80 m y piel clara, se llamaba Daniel el joven que deseaba llegar a su
hogar. Estaba llegando del trabajo, su profesión policía. Él vivía con su
pareja, eran recién casados, meses atrás habían hecho de votos. Su esposa quien
se llamaba Mariana de alrededor de 20 años, pelo rubio, con un físico fitness
se encontraba en lo que era su hogar. Se amaban perdidamente uno del otro, deseaban
tener hijos y crear una familia. Entrando a su casa el joven, notaba que algo iba
mal, la casa se encontraba en un silencio, sin luz. Su esposa acostumbraba recibirlo
para cenar. -Mi amor dónde estás- Él dijo. No recibió ninguna respuesta a su
llamado. Se dirigió a su habitación, existía un desorden; todos los cajones
fuera de su lugar; alguien estuvo revisando o buscando algo. Entró con temor,
pensando que su esposa había sido atacada por algún ladrón. –Mi amor contesta-
De nuevo dijo él. Entro a otra recamara donde lo ocupaban como bodega,
planeaban que sería el cuarto de su primer hijo. De igual manera el lugar era
un desastre todo fuera de lugar; afuera de la casa no dejaba de llover y de sonar
los truenos de los rayos. Escucho un ruido que provenía de su cochera, tenían planes
de comprar un auto en el futuro; habían optado comprar su casa con cochera. –Mi
amor si eres tú, Por favor contéstame- Dijo él. Al aproximarse la puerta se
encontraba cerrada; pero por las rendijas salía un poco de luz. Abrió
lentamente la puerta, logro ver un espejo que apuntaba hacia él; se le hizo
familiar. Logró ver el reflejo del espejo, por detrás alguien lo recibió con un golpe en la nuca; perdió el conocimiento. Lentamente despertaba, escuchaba
alguien hablar; reconoció la voz el cual era de su esposa. –Mariana eres tú-
Dijo él. No recibía respuesta solo escuchaba unas carcajadas. No lograba ver
nada, una lámpara apuntaba en su rostro, por lo cual no le permitía ver con
claridad. –Mi amor eres tú- Dijo él. Intento pararse o mover los brazos, pero
se encontraba atado en una silla; desesperado estuvo a punto de gritar de enojo
y rabia. –Deja de forzarte, mi amor ¡ja ja! - Dijo Mariana. Daniel quedó sorprendido,
escuchar la respuesta de su esposa, apagó la lámpara y prendió la luz donde se
encontraban, noto que estaban en la sala. Su esposa apareció enfrente de él. –Mariana
que has hecho, ¿Por qué me tienes atado? - Dijo Daniel. Mariana comenzó a sonreír,
sus manos comenzaron a tocar su rostro y se deslizaron para apretar sus senos.
Daniel quedó consternado al ver su forma de actuar de su esposa. -Mariana ahora es mía, que se te quede bien
claro. Su cuerpo cambió de dueño, tuvo la fortuna de toparme; al verla me
gusto. Es joven perfecta para mis planes, pero antes de irme quiero que la
disfrutes por última vez- Dijo Mariana. No comprendía Daniel lo que estaba
sucediendo con su esposa, pensaba que era una broma. –Deja de jugar Mariana-
Dijo Daniel. Mariana no dejaba de reír, cuando en un abrir y cerrar le apunta
con el arma de cargo de su esposo.
–Escucha bien idiota, Mariana la
quien conociste ya no está; pero me caes bien y te explicare. Me llamo Kolton, soy
un asesino de la magia oscura; hace mucho tiempo adquirí un poder que me permitía
obtener el cuerpo de otras personas y poder engañar a la muerte. Para lograrlo
tengo que realizar sacrificios constantes, al nombre de mi dios; él me
recompensa con el poder de poseer con mi alma el cuerpo de cualquier persona
que yo desee. Al lograr poseer el cuerpo de mi víctima logró adquirir su
conocimiento y ademanes, sin perder mis recuerdos. Lo que me permite actuar
igual al ex dueño del cuerpo adquirido, para poder pasar percibido antes los demás;
pero siendo yo mismo. Pero el dueño original gradualmente con el tiempo
desaparece para tener el control total de su cuerpo. Hoy tu esposa fue afortunada,
gracias a ella tengo su juventud y su cuerpo que me permitirá vivir por unas décadas
más, no te preocupes por el cuerpo de ella yo le daré un mejor uso, por un
largo tiempo- Dijo
Mariana. . Al escuchar todo lo que había
dicho la quien era su esposa, quedó horrorizado; no lo quería aceptar. –Si es
cierto lo que me acabas decir, te pido que me devuelvas a mi esposa; te lo
ruego- Dijo Daniel. Mariana sonrió, se coloque enfrente de él; deslizó su mano
por debajo de su vestido, tocando su vagina y colocando sus dedos en la nariz
de su esposo; Daniel colocó un rostro de repudio. –Es enserio, estos es lo que
siempre te ha gustado. Es imposible, aunque me ruegues, te voy a demostrar;
porque nunca lo are-Dijo Mariana. –Deja de tocar el cuerpo de mi esposa infeliz-
Dijo Daniel. Mariana se monta arriba de su marido, con intención de provocar
que tenga una erección. –Te gusta, que tu esposa se monte arriba de ti- Dijo
Mariana. Se coloca de pie, desliza la cremallera de su vestido; quedando
desnuda. –Maldito, porque tienes el cuerpo de mi esposa sin ropa interior- Dijo
Daniel. Mariana se monta arriba de Dani, comienza abrir su bragueta
, sus manos
saca el miembro de su marido. Sin dudarlo se coloca arriba de el para ser
penetrada. Daniel se aferra, pero imposible evitarlo, es el cuerpo de su
esposa; de la mujer que ha estado enamorado en toda su vida. Mariana no deja brincar
arriba de él y gemir como loca, su rostro muestra lujuria de lo bien que se lo estaba pasando; Daniel solo puede apretar sus puños de odio.
Sin tener otra opción eyacula dentro de Mariana y se detiene. Se encuentra satisfecha por unos minutos de placer. –Esta fue la despedida
Daniel, aquí te he demostrado porque escogí el cuerpo de tu amada mujer- Dijo
Mariana. Se viste de nuevo con su vestido para retirarse, le da un beso a su esposo
y se retira.
Daniel se encuentra desecho, el cuerpo de su esposa se aleja sin
poder hacer nada para evitarlo. -Kolton te encontraré para vengarme y te
quitaré del cuerpo de mi esposa-Dice Daniel. Dando la espalda y carcajeando se retira para
siempre Mariana. Atado en una silla se queda con lágrimas en el rostro del
joven hombre en una noche con la luna triste.
Es la mejor historia que e leido. Porfavor continuala
ResponderBorrarAun la continuare.
BorrarOprime Aqui
Gran historia me encanta
ResponderBorrarPerfecta opinión.
BorrarOprime Aqui
Me has dejado en suspenso :3
ResponderBorrarEsa es la intención.
BorrarOprime Aqui